lunes, 23 de febrero de 2015

Reencontrando Amigos



Pareciera, que algunos personas tienen la capacidad de remontarnos al pasado, y en un instante al verlas regresamos en el tiempo en fracción de segundos, eso me paso el días sábado cuando al caminar por el malecón, me encontré con un amigo de la infancia, Luciano Santos, quien me enseñara a pescar cuando nos conocimos en el muelle de la aduana, donde atracaban en otros tiempos, los grandes barcos llenos de turistas que arribaban, al puerto, o los barcos de carga, ¡¡que tiempo, en verdad!!.

Luciano, con su clásico caminar, como si fuera bailando y su bolsa de plástico donde guarda celosamente su artículos de pesca, 2 o 3 tablas con cuerdas de pescar de diferentes diámetros, 1 bote lleno de anzuelos de tamaños diversos, su cuchillo, plomadas y desde luego su carnada, con sus tenis raídos, su pantalón lleno de pintura, propia de su trabajo -al ser un pintor de brocha gorda,- su playera ajustada no dejaban duda de quien era.

Siempre con una sonrisa aún cuando no tuviera razón para ella, saluda a la gente que pasa a su lado, recibiendo a cambio muchos saludos, y una que otra mirada de ¿ Y tú quien eres ?,

Cuando paso a mi lado le dije,  ¿ Cómo estás, tanto tiempo sin verte ?, y el con su sonrisa inseparable, me contestó, ¡ bien, aunque no hay mucho trabajo !, pero voy a pescar para sacar la frita !, sin más siguió su camino, rumbo al malecón, 

Me quede observando su actitud, buscando en el mar, algún grupo de peces atisbaba el horizonte, haciendo con su mano una especie de protección, para tener una mejor visión, recorría con la vista, todo el lugar hasta que según se experiencia como pescador, escogió un sitio donde empezar a pescar, me despedí de el y continué mi camino deseándole mucha suerte.

Unos metros más adelante se podía escuchar le música de la orquesta tocando un hermoso danzón y varias parejas bailando al ritmo de la música. Que gusto me dio ver que no aún, existe parejas que disfrutan de la música.

Varios turistas y gente local, pescando a lo largo del malecón, me remontaron a ,mi niñez cuando compraba mi cuerda de pescar para pasar el tiempo y disfrutar de los sonidos de gaviotas, gritos de los niños que estaban buceando, pidiendo, a los turistas que le aventaran una moneda, o el ruido de los yates que salían a la pesca deportiva, del Pez Vela, el Marlin o el Dorado, los cuales colgaban para que se tomaran la foto con su trofeo, con aquellas viejas  cámaras "polaroid", instantáneas.

Gusto me dio ver que aún en menor escala, se sigue pescando, y quedan 2 vendedores de cuerdas y carnada, y que las embarcaciones deportiva de pesca de altura salen, quizás no con la misma frecuencia de antes, pero se niegan a cambiar las actividades que le dieron fama y gloria es nuestro puerto.

Mas a delante en la playa "Tlacopanocha", se veían bañistas disfrutando de las olas de mar, o haciendo figuras de arena, alguna  que otra pareja, abrazados también disfrutaban, del clima incomparable de Acapulco.

La remodelación de algunas partes del corredor entre la playa "Tlacopanocha" y la Playa "Manzanillo", quedó muy bien, amplia, segura, pero sobre todo limpia, daban ganas de estar sentado o caminar, para ser parte del entorno.

les dejo un vídeo que tomé ese día. ojala y puedan escuchar los sonidos del mar