Cuando los recuerdos se agolpan en tu memoria y tiendes de manera involuntaria, a ver las situaciones de una manera retrospectiva, solo te queda sonreir con los pensamientos, ideas y maquilaciones que de situaciones anteriores quisieras fueran los resultados finales.
Aquellos tiempos en que cuando niño, podías salir corriendo para jugar con los amigos, quisieras de alguna manera poder regresar en el tiempo y poder estar nuevamente con ellos, volver a tener esa capacidad de sonreír y reír de las más absurdas situaciones, sin la maldad en tus pensamientos, o las malas ideas así tus semejantes, sin conocer el dolor que puede causar la perdida de un ser querido.
Si, hacia ya demasiado tiempo, que no escribía, no se si por falta de tiempo, o por falta de lucidez en el escribir, quizás es tan solo el desanimo, que me agobia por lo problemas en el trabajo y no se diga de los económicos, pero finalmente no podemos estar inermes ante las diversas situaciones que influyen en nuestro diario vivir.
Quisiera poder regresar en el tiempo y decirle a cuantas personas los valiosas que fueron para mí, cuanto dolor siento el recordar tantas y tantas travezuras que hacía y que para mi madre representaban problemas y dolores de cabeza con mi comportamiento, o a mi padre poderle decir te ¡quiero! eres el mejor padre del mundo, a mis amigos con los cuales me forme como adolecente, y que casi nunca he podido volver a ver, a los que han muerto como Jorge Luis, que por mi idiosincrasia no me permití decirle cuanto lo estimaba. Solo queda quizás hacerlo hoy con los que están vivos y que aún frecuento.
Aquellos tiempos en que cuando niño, podías salir corriendo para jugar con los amigos, quisieras de alguna manera poder regresar en el tiempo y poder estar nuevamente con ellos, volver a tener esa capacidad de sonreír y reír de las más absurdas situaciones, sin la maldad en tus pensamientos, o las malas ideas así tus semejantes, sin conocer el dolor que puede causar la perdida de un ser querido.
Si, hacia ya demasiado tiempo, que no escribía, no se si por falta de tiempo, o por falta de lucidez en el escribir, quizás es tan solo el desanimo, que me agobia por lo problemas en el trabajo y no se diga de los económicos, pero finalmente no podemos estar inermes ante las diversas situaciones que influyen en nuestro diario vivir.
Quisiera poder regresar en el tiempo y decirle a cuantas personas los valiosas que fueron para mí, cuanto dolor siento el recordar tantas y tantas travezuras que hacía y que para mi madre representaban problemas y dolores de cabeza con mi comportamiento, o a mi padre poderle decir te ¡quiero! eres el mejor padre del mundo, a mis amigos con los cuales me forme como adolecente, y que casi nunca he podido volver a ver, a los que han muerto como Jorge Luis, que por mi idiosincrasia no me permití decirle cuanto lo estimaba. Solo queda quizás hacerlo hoy con los que están vivos y que aún frecuento.
